El mundo surreal de Iván Tovar
Desde el 25 de enero y hasta el 12 de febrero, la Galería David Bardía de Madrid exhibe una escogida selección de obras del artista dominicano Iván Tovar, actualmente uno de los grandes representantes del surrealismo internacional. La muestra, comisariada por Yuri Ruiz, cuenta con el respaldo del Banco de Reservas y de la Embajada de la República Dominicana, enmarcada dentro de las actividades organizadas con motivo de la presencia del país caribeño en Fitur.
La exposición, ambiciosa en sus planteamientos y con intención de síntesis, supone la oportunidad de acercamiento al mundo de Iván Tovar, a través de un recorrido en el que las 15 obras presentadas: pinturas y collages, fechadas entre los años 1968 y 2015 procedentes de prestigiosas colecciones particulares y públicas, pondrán de manifiesto algunos de los momentos más álgidos de su trayectoria. La obra de Tovar, atesora aquellos principios estéticos y poéticos, que han dado lugar a uno de los mayores y revolucionarios movimientos que tienen como espacio histórico el siglo XX.
En París, en 1963,adonde llega siendo muy joven, se hace consciente en el artista la pertenencia al surrealismo, manifestándose el nexo en su trabajo temprano. El acento poético que late en aquellas primeras obras y la originalidad que se desprende de sus creaciones, que ya muestran un sólido y original universo propio, se afianza en los próximos años.
Anteriormente, en su etapa de formación en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Santo Domingo, Tovar tendrá ocasión de adquirir una formación académica. Aunque lo más significativo de esa etapa que transcurre a finales de los años cincuenta, será el encuentro con el pintor Gilberto Hernández Ortega , y con el poeta surrealista Franklin Mieses Burgos, reconocido por su relación con la revista "La Poesía Sorprendida" , publicación que sale a la luz en 1943, auspiciada por Eugenio Granell, Alberto Baeza Flores y los dominicanos, Freddy Gatón y Mariano Lebrón Saviñón.
En la capital francesa, Tovar ensancha su mundo de relaciones, de experiencia s, de conocimientos; frecuenta el ambiente bohemio de Montparnasse , cafés y terrazas: Le Dôme, La Rotonde, Le Sèlect, tradicionales puntos de encuentro de poetas, artistas e intelectuales. Entre los amigos más cercanos de aquellos primeros años parisinos se encuentran el escultor cubano Agustín Cárdenas , vinculado al surrealismo, el pintor español Antonio Saura y Geo Dupín, fundadora , en 1952, de la galería A L`Etoile scellée. El mítico fotógrafo Henrí Cartier- Breson , forma parte de ese círculo, retratando a Tovar años después, en 1980. Aunque una de las personas de mayor influencia en el desarrollo de su carrera artística, es el crítico y poeta José Pierre, quien reconoce en la obra de Tovar signos surreales, a la vez que percibe la originalidad de su lenguaje. Sobre sus lienzos, José Pierre expresa que estos condensan en un segundo, multitud de instantes.
En 1969, con motivo de la exposición "Tovar" en la Galería 3+2, escribe el prefacio, " La Serpiente, el Águila y el Tatú". En adelante esa relación de amistad entre ambos traerá grandes consecuencias artísticas, produciéndose a lo largo de los años valiosas colaboraciones en el ámbito de la poesía y la ilustración.
El recorrido expositivo del artistaes de gran significación. En 1971 muestra su pintura en la Galería Veranneman de Bruselas; igualmente, su presencia en la Bienal de Venecia de 1972 y el recorrido internacional que inicia exhibiendo su obra individualmente en diferentes capitales de Europa y América, en galerías y museos o en colectivas, formando parte de exposiciones dedicadas al surrealismo, consolidan su trayectoria. Entre ellas destacaremos:
" ¿Surrealismo? ". Moderna Museet. Estocolmo, 1979; "Presencia viva de Wolfgang Paalen". Museo Carrillo Gil. México, 1979. "Permanencia de la Mirada surrealista". ELAC. Lyon, 1982, "América Latina y el surrealismo. Bochum Museum, 1993; " Surrealisme. Two Private Eyes" . The Nesuhi and Fillipech Collections. Guggenheim Museum. Nueva York, 1997. "Alrededor de José Pierre". Galerie Claude Lemand. Paris, 1997. " Tovar" Museo de Arte Moderno de Santo Domingo, 1998.
A través de ese largo camino,se constata la solidez de sus creaciones en las que prevalecen unas constantes que poco han cambiado, aunque se hayan transformado. Personajes, figuras, formas, que aluden a la naturaleza; seres antropomorfos de su invención, de acusada tendencia escultórica, se desarrollan en un espacio escenográfico, de fondo negro, de sensual atmosfera, evocador del teatro surrealista.
En los comienzos, su obra se desarrollaba en torno a la existencia de dos colores: blanco y negro, guardados celosamente por las líneas poderosas del dibujo. Pausadamente, el artista va incluyendo otras tonalidades : los grises, azules, rojos, verdes, ocres, amarillos y morados, resaltan en ese cosmos negro generador de luz; los personajes que lo habitan tienen su propio rol, bien diferenciados y de exquisita pulcritud técnica, parecen nacer del caos; aun así, la pintura de Tovar es, en suma, intuitiva y emotiva; en ella reina un silencioso orden.
Para adentrarse en la obra de Tovar, es necesario comprender el componente poético que la sostiene; al artista le interesa la poesía de Lautremont, Huidobro y García Lorca; ha realizado poesía automática. Poesía y pintura, conforman una unidad sólida, compactamente vinculada a su trabajo; la palabra facilita la comprensión de su mundo. En 1974, expone un poema de su autoría en la galería Albert Loeb de París, y de ese interés por la belleza de la palabra, surge la creación de su propio alfabeto: " L´Alphabet Tovar" que nace a principios de la década de los setenta bajo el deseo de acceder a nuevos espacios creativos, entre ellos, la ilustración, la creación de libros de artista. Tovar ha profundizado en el desarrollo plástico de las letras del abecedario; cada letra, en su autonomía, propicia una nueva naturaleza; las formas se expanden desde la pequeñez. Obras en sí mismas, origen de otras de mayor complejidad, revelan la devoción del artista por la caligrafía de los códices miniados.
En el año 2014, Tovar viaja a Santiago de Compostelapara estar presente en la inauguración de su exposición antológica en el Museo Fundación Eugenio Granell. La sorpresa y fascinación que le produce la ciudad milenaria y monumental, le lleva a plantearse un cambio de residencia. Después de más de dos décadas de estancia en su país de origen, deja temporalmente su estudio dominicano, en Jarabacoa, para instalarse en un nuevo taller, situado en un edificio del casco histórico de la ciudad en donde dará continuidad a su labor creativa, inmerso en unas condiciones nuevas, sin duda, enriquecedoras.
Retrato de Iván Tovar por Luis Gabú.